Si sospechas que la correa de distribución de tu vehículo puede estar estropeada, existen agunos signos que te pueden ayudar a identificar si verdaderamente tienes ese problema. Unos de ellos lo podrás averiguar con una simple inspección visual. Si ves que tiene grietas, sin duda va a llegar el momento de hacer un cambio, ya que en este caso puede ser porque es demasiado antigua, porque no tiene la alineación adecuada o porque la tensión no es la correcta.
Otra pista que te puede dar que la correa de distribución se encuentra en mal estado es si oyes algún ruido raro en la transmisión. En este caso simplemente puede ser que la tensión no esté bien, en cuyo caso bastará con ajustarla aunque no siempre este paso es suficiente y la solución pasará por tener que cambiarla.
Si tu coche vibra mientras está parado y con el motor encendido, es otra señal inequívoca que puede indicar que la correa de distribución se encuentra en mal estado y las válvulas y los pistones estén pagando esas consecuencias, de igual manera que si existe una dificultad a la hora de arrancar y escuchas un ruido diferente, especialmente si la correa de distribución cuenta ya con varios años.
Por último si notas que tú correa de distribución ofrece un aspecto demasiado brillante en ciertas zonas, te puede señalar que no se encuentra en su estado idóneo. Ésto puede ser debido a una alineación incorrecta o incluso a que su tensión no es la adecuada.
Si notas que el brillo se aprecia más en los bordes de la correa de distribución, va a ser necesario que compruebes la alineación. En cambio si lo notas en los dientes puede que la tensión esté demasiado elevada o probablemente que el engranaje no esté en buen estado.